Aprender a escuchar
Pienso que no nos entendemos porque nos escuchamos muy poco. Vivimos tan ocupados en nuestras razones que nos olvidamos de lo que tienen para decir los demás. Si escucháramos más, creo que lamentaríamos menos pérdidas cotidianas. Por éso hoy, callando mis ganas de decir toodoo lo importante de mi vida, me dedico a escuchar las razones de los demás; no espero que todo sean alegrías, también me dedico a escuchar sus penas y aprendo a dar una palabra de aliento en el momento necesario.
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